Garantizamos un producto de calidad
La garantía de que el consumidor recibe productos de buena calidad se resuelve mediante el establecimiento de normas de alto nivel para cada categoría de calidad.
Las características propias de la calidad
Cáscara y cutícula: normales, limpias e intactas.
Cámara de aire: deberá tener una altura fija no superior a 6 mm. No obstante, en el caso de los huevos que vayan a marcarse con la mención «extra», no podrá ser superior a 4 mm en el momento del embalaje.
Clara: transparente, sin manchas, de consistencia gelatinosa y exenta de materias extrañas de cualquier tipo.
Yema: sólo visible al trasluz como una sombra, sin contorno claramente discernible, que no se separe sensiblemente del centro al someter al huevo a un movimiento de rotación y que esté exenta de materias extrañas de cualquier tipo.
Germen: desarrollo imperceptible.
Olor: ausencia de olores extraños.
Los huevos no deberán ser lavados ni limpiados por otros procedimientos antes o después de la clasificación y no deberán ser sometidos a ningún tratamiento de conservación ni refrigerados en locales o plantas en los que la temperatura se mantenga artificialmente a menos de 5 °C. La norma no considera refrigerados los huevos que se hayan mantenido a una temperatura inferior a 5 °C bien en el curso de un trayecto de duración no superior a 24 horas, bien en locales dedicados a la venta al por menor o en sus anexos. La cantidad almacenada en estos casos no debe sobrepasar la necesaria para tres días de venta al por menor en dichos locales. Los huevos se clasificarán según su peso del siguiente modo:
- XL, Super grandes: 73 g o más
- L, Grandes: de 63 a 73 g
- M, Medianos: de 53 a 63 g
- S, Pequeños: menos de 53 g
Las categorías de peso se indicarán en los embalajes mediante las respectivas letras (XL, L, M, S) o los respectivos términos (Super grandes, Grandes, Medianos, Pequeños). Se admite también la combinación de letras y términos, incluso, añadiendo el peso que le corresponde.